Director: Sean Justin Penn
Actor: Ernest Borgnine
Un cortometraje que dura
11 minutos, y este, como muchos otros detalles simbólicos hacen de este corto
uno de los que sin duda hay que repetir para en cada vistazo descubrir nuevos,
sorprendentes y significativos detalles.
El corto me hace pensar
en que de ninguna forma la historia es lineal, es una red de memorias con
abismos y recovas. Muchas veces la historia, la que es «digna» de contarse,
expone solo un fragmentito que se ufana de grandote, y puede serlo, en la
medida de que compromete a masas pero deja de lado las historias particulares
de quienes no estuvieron, de quienes no habitaron y de quienes no supieron.
Sin duda, el 11 de
septiembre de 2001 creó para la historia estadounidense –y en consecuencia para
la mundial– una cicatriz honda y probablemente muy dolorosa. (Me gustaría
conocer si tienes alguna historia personal o cercana con respecto a esta fecha,
si deseas puedes compartirla en los comentarios).
Sin embargo, creo que
el documental busca reflejar todo aquello que no cuenta historia de las grandes
guerras y las grandes potencias. Todas aquellas que ocurren a diario, una y
otra vez, y pasan desapercibidas.
El corto me hizo
recordar mucho el libro de Jacques Rancière: Los nombres de la historia. El libro de este francés me hace pensar
precisamente en cual es el foco de espectáculo, el discurso político con el que
también se ha justificado muchos otros actos de mierda, de guerra.
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