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Rivadavia.1780-1845
Jefe De Estado
De Las Provincias Unidas Del Río De La Plata |
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Prósper Catelin.1764-1842.Arquitecto e ingeniero Francés |
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Portico De La Catedral De Buenos Aires |
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Manzana De Las Luces Vista Desde Arriba |
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Cementerio de la Recoleta |
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Puerto Buenos Aires |
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Ribera al sur del Fuerte a mediados del siglo XIX |
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Llegada de Inmigrantes, en barco a Buenos Aires. |
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Plan Haussmann - París |
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Torcuato De Alvear
Presidente De La Comision Muncipal De Buenos Aires
1880-1883 |
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La Recova De Buenos Aires |
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Plaza De Mayo |
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Rue Reamur de París |
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Avenida de Mayo |
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Avenida Juan Justo en Buenos Aires-
Arroyo Maldonado |
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Buenos Aires Edificio Congreso Nacional |
Desde las primeras décadas del siglo XIX, se fueron imponiendo nuevas ideas respecto al diseño urbano y las formas arquitectónicas como parte del proyecto más amplio que aspiraba a superar la herencia española.
Rivadavia viajo y permaneció 5 años en Francia e Inglaterra y tenia para su
nación una perspectiva cultural ilustrada por ello en 1820 los primeros
ingenieros franceses uno de ellos – Prosper Catelin un arquitecto e ingeniero - es nombrado jefe de obras públicas, este le
da a Buenos Aires los primeros toques franceses al diseñar y modificar
estructuras como el Pórtico neoclásico de la catedral de Buenos Aires, la Manzana de las luces, la Catedral
Metropolitana de Buenos Aires, el Cementerio de la Recoleta. Rivadavia también crea el Departamento de
Ingenieros donde las arquitecturas y las bellas artes tendrían corrientes
principalmente francesas y el equipamiento y la infraestructura serian
británicas. Todo esto para darle prestigio a la ciudad- puerto, lógicamente con fines económicos
intrínsecos. Sin embargo, no había muchos recursos debido a la guerra, por ende
esta primera arquitectura fue simbólica, lo que si ocurrió es que los
comerciantes y políticos franceses e ingleses influyeron en un sentimiento
antihispanico que tendría sus consecuencias más adelante. (Gutierrez, 1997,
Pág. 391)
Durante la época de Rosas se viven conflictos con respecto
de Buenos Aires y el resto de Argentina donde el urbanismo es escaso, y va a
tener un boom cuando este conflicto la capitalización de Buenos Aires en 1880.
Entonces a Buenos Aires se le quiere hacer una cosmopolita y para ello se
maquillara la escenografía y además habrá población europea que reemplazara la existente. (Gutierrez,
1997, Pág. 529).
Entonces, con la fisionomía de la ciudad pasaran cosas
interesantes, por ejemplo veremos una fuerte corriente en obras neoclasicistas
parisinas, de hecho en la escuela primaria los argentinos aprendían que Buenos
Aires era la capital de América y Paris la capital del mundo. Como París estaba bajo el
proyecto Haussmann de Napoleon III,
también se quiso remodelar la capital Argentina, es decir, cambiar la imagen
aldeana y campesina con la justificación no solo estética sino funcional y
higienista (por lo de la fiebre amarilla).(Gutierrez,1997, Pág. 530). El ideal
era el de construir bulevares al estilo Haussmann en Paris, por ello Torcuato de Alvear
–político conservador – ordena la demolición de la Recova (símbolo de la ciudad indiana y
criolla)(se destruye y se construye a diferencia de la mayoría de ciudades
latinoamericanas donde se construye en la periferia), y une las plaza de Mayo con la Lorea
para formar el corazón urbano, se abre la Avenida de Mayo (Que de hecho es un diseño de la rue Reamur de
Paris) y esta cuenta con edificios modernos y se instala el palacio de congreso. Esta
zona va a funcionar como núcleo de poder económico, se realizaran actividades
bancarias, clubs, compañías de seguros, representantes extranjeros, entre otros.
(Gutierrez, 1997, Pag. 531).
Con respecto a la población, después de que la ciudad es
nombrada capital crece de forma intensa por la migración de las zonas rurales a
la capital, sigue un proceso de urbanización impactante con «35.000 habitantes
en 1800, 174.000 en 1869 y cerca a un millón en 1900» (Gutiérrez, 1997, Pág.
529). Empiezan a vivir hasta cuatro personas por cuarto, y se hacen necesaria
medidas de salubridad por ello los ríos y arroyos empezaron a ser entubados
como en la Avenida
Juan Justo en Buenos Aires.
El gran esplendor de esta capital entra en crisis en 1890,
con la bancarrota financiera y el surgimiento de la oposición burguesa.
En conclusión «El derroche de recursos del país en la
importación de elementos suntuarios, la especulación como modelo licito de
enriquecimiento, la adopción de pautas de vida extremas, acompaño vitalmente el
compromiso de que la imagen física de Buenos Aires no fuera meramente una
escenografía urbana, sino el fiel reflejo y la protagonista esencial de
generaciones extraviadas culturalmente» (Gutierrez, 1997, Pág. 532).
Fue la crisis de 1890
quien puso en evidencia la fragilidad económica del liberalismo especulativo y
cuestiono la hegemonía de su conducción autocrática (Gutiérrez, 1997).
Gutierrez, Ramon. Arquitectura y urbanismo en Iberoamérica. Madrid: Cátedra S.A, 1997.
Romero, J. L. (2005). Latinoamerica:
Las ciudades y las ideas. Buenos Aires.
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