Manantial,
Buenos Aires
Angie Cepeda
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Bernard Lahire |
Bernard
Lahire (1963) es un sociólogo francés y un profesor de sociología en la Escuela
Normal Superior de Lyon. En el segundo capítulo de El espíritu sociológico. el autor define y diferencia a las
interpretaciones comunes de las sociológicas. Las interpretaciones comunes son
generales, subjetivas, salvajes y
deliberadas por ello permanecen en nociones vagas. El científico y sociólogo
debe producir interpretaciones validas, esto significa que deben ser
sustentadas por material empírico y el material debe ser manejado con
rigurosidad.
Las
interpretaciones se encuentran sujetas a diferentes grados de solidez y el
investigador para darle un plus
sobreinterpreta (sin llegar necesariamente a ser malas interpretaciones). Las
sobreinterpretaciones pueden ser de tres tipos: la primera, se caracteriza por
una desconexión interpretativa, donde los datos son insuficientes con respecto
a la situación interpretada o a la tesis sostenida «Decidir hilar la metáfora
mas lejos de lo posible» (Pág. 45). Por ello es fundamental tener pruebas
(referencias, lugares, objetos, fenómenos sociales o situaciones sociales
reales, datos numéricos) que apoyen de forma pertinente lo que se está diciendo;
Lahire explica que este es un error común de los estudiantes. La segunda, se
caracteriza por el poosición no controlada entre investigaciones y sujetos
investigados, «es decir, por olvidar el desfase entre el ojos científico (las
condiciones científicas de percepción del mundo social) y el ojo común (las
condiciones comunes de percepción del mundo social ligadas a las formas de vida
social)» (Pág. 51), para comprenderlo mejor, el ejemplo que da el autor sobre
el estudio literario de las obras griegas puede ser de utilidad, donde se
buscar comentar y tratar las obras “literariamente” cuando estas históricamente
no eran de ningún modo literatura. (Pág. 53). La tercera, se caracteriza por
argumentos, pruebas y ejemplos “perfectos” que empíricamente no son aplicables,
ocurre cuando un científico con el fin de validar su teoría expone abundancia
de datos elegidos, organizados, descritos y encuadrados cuidadosamente, estos
ciertamente apoyan la teoría pero cierran el marco de aplicación de la tesis,
no contemplan otros ejemplos que la contraponen y las situaciones sociales
donde aplican diferentes modelos.
Lahire
al final de su texto concluye que siempre una tesis o teoría estará expuesta a
la sobreinterpretacion, lo importante es mantenerla controlada, esto se
consigue con rigurosidad en el estudio y la metodología selecta aplicada por el
científico, donde se disminuya al máximo la posibilidad de caer en ellas.
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