Angie
Cepeda, Laura Gómez y Dina Riaño
Buenos Aires: Losada. 1945
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Ferdinand de Saussure |
Detrás
de las conversaciones ambiguas que los seres humanos utilizan para relacionarse
con sus semejantes, existe una ciencia que define y categoriza la lengua
rigurosamente. Este sistema fue creado por Ferdinand de Saussure (1857–1913)
suizo apasionado por el estudio de la lingüística, Saussure con su
planteamiento diferenció el habla de la lengua. Logró consolidar la lingüística
como ciencia. Es nombrado profesor de gramática comparada de la Escuela de
Estudios Superiores de París y de la Universidad de Ginebra. Las ideas de
Saussure fueron tan innovadoras que al
morir, dos de sus estudiantes (Charles Bally y Albert Sechehaye) deciden
recopilar sus notas para publicar un libro que se convertiría en un clásico de
la lingüística. Este libro se publica en 1916.
Saussure
desarrollo sus ideas en suiza a finales del siglo XIX y principios del XX. «Fue
en la universidad de Leipzig-Alemania donde tuvo como influencia a los neogramáticos
(lingüistas que conformaron una escuela de pensamiento lingüístico) quienes
buscaban renovar los métodos del estudio de la gramática comparada» (Osorio,
Marybel; 2015). Saussure considera que el método utilizado por los neogramáticos
no era el adecuado. Crea su propio sistema que lo posiciona como el padre de la
lingüística contemporánea.
El
valor lingüístico se define como la unión del significante (imagen acústica,
símbolo) y su significado (concepto). Saussure basa la lingüística en la
diferenciación negativa, «Su más exacta característica es la de ser lo que los
otros no son, tibio es lo que no es frío ni caliente» (Bally, Sechehaye, 1945,
Pág. 141).
La lingüística define las relaciones
sintagmáticas y paradigmáticas que le dan sentido y funcionalidad a la lengua.
En el texto se plantea la unidad como una asociación entre concepto e imagen
acústica. Saussure critica dos teorías que podrían constituir a la unidad
principal: la palabra y la oración.
La
identidad, la realidad y los valores nos darán una noción primordial acerca de
la idea de la unidad. La realidad más que una observación es la clasificación
que le damos al concepto y la fónica. La identidad no es una misma porción de
sonoridad con la misma significación ya que no en todos los casos es reciproca
su connotación, «No sé nada» y «No le
digas nada de esto» contienen el
mismo elemento, pero su sentido no es el mismo. El sentido y el valor
permanecen aún si cambia el objeto. El valor es la función, la cualidad de una
unidad que determina la identidad. Saussure expone el siguiente ejemplo «Una
comparación con el juego de ajedrez nos lo hará comprender. Tomemos un caballo:
¿Es por sí mismo un elemento del juego? Seguramente no, porque con su
materialidad pura, fuera de su casilla y de las demás condiciones del juego, no
representa nada para el jugador y no resulta elemento real y concreto más que
una vez que este revestido de su valor y haciendo cuerpo con él» (Bally,
Sechehaye, 1945, Pág. 134).
Al
definir la unidad, sus características y sus componentes, se pueden estudiar
sus relaciones. Estas son pruebas de
actividad mental que le dan vida a la lengua. Pueden ser de dos tipos,
sintagmáticas y asociativas. Las sintagmáticas son la unión de dos o más
unidades representadas en cadena. Son consecuencia una de la otra, siguen un
orden de sucesión y número lo que hace posible la conversación. Las asociativas
o paradigmáticas, son individualidades que se determinan por la memoria y
enlazan un elemento común según las similitudes y diferencias posibles, puede
ser por sufijo, significado o imagen acústica.
Por
su parte la lengua es funcional por las relaciones establecidas entre fonética
y concepto, entre asociación y sintagma, las relaciones independientes son escasas
(si, no, gracias) por ello la mayoría son dependientes. Si un elemento cambia,
el sentido lo hace también.
Otro
tema tratado, son las motivaciones quienes facilitan la expresión de una idea.
Motivación
es lo no arbitrario y es la existencia de una relación entre significado y
significante.
Da
origen a dos límites opuestos, un mínimo (lexicológico) y un máximo (gramatical
relativo).
Donde
el primero es natural y el segundo causal. Todo dentro de este rango se
determina como la clasificación de la lengua. Existen dos niveles de
motivación. El primero es cuando la unión de dos signos lingüísticos da como
resultado un tercero, cuyo significado se puede apreciar fácilmente en sus dos
primeros componentes es el caso de pelirojo (pelo+rojo= un pelo rojo). El
segundo es cuando la unión de dos palabras logra un tercer sentido que no es ni
lo uno ni lo otro. Ejemplo Rascacielo no es ni rasca ni cielo es una
tercera definición, un edificio de gran altitud.
La
lingüística estática como sistema de medios de expresión prescinde de la época y
se constituye por morfología y sintaxis. Su primer constituyente es la
categoría de palabras y sus formas de
conjugación, mientras el segundo emplea la forma.
Para
el estudio sociológico es importante analizar y comprender el contexto, el
trabajo y la vida de Saussure, porque es esta una gran innovación para el avance
de la lingüística como ciencia. La sociedad en la que vivía era el resultado de
construcciones históricas, que delimitan una forma de actuar y pensar. Es
importante preguntarse ¿Qué llevo a un hombre, hace más de un siglo, a pensar
en un nuevo sistema y en nueva ciencia?, ¿Cuáles fueron las situaciones
históricas y el motivo que hizo que su capacidad mental se desarrollara más de
lo normal?, ¿La lingüística ha sido tomada como ciencia débil a través de la
historia?, ¿Y en la actualidad se le ha dado más importancia?
Bibliografía
Osorio, Marybel, S.F., ¿Quién fue Ferdinand de
Saussure?, Portafolio lengua lenguaje y habla.
Saussure,
F. de. (1945). Curso de lingüística
general (A. Alonso, Trad., C, Bally & A. Sechehaye, Eds). Buenos Aires:
Losada.
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